Máximo Santos 1847-1889 / Uruguay
Máximo Santos nació en Pando, Canelones, en 1847. Fue un militar destacado. Ejerció la presidencia del Uruguay entre 1882 y 1886. Su gobierno formó parte del militarismo pero tuvo algunas diferencias con el de su predecesor Lorenzo Latorre. Se caracterizó por los excesos en los gastos y el lujo; aun así, se concretaron varias de las políticas iniciadas en el período anterior. Tuvo que enfrentar una revolución y fue víctima de un atentado que, finalmente, lo hizo renunciar a su segunda presidencia.
En su juventud, Máximo Santos se dedicó al comercio pero a los 21 años ingresó como voluntario en el ejército y participó en la lucha contra la revolución de Timoteo Aparicio. Era amigo personal de Lorenzo Latorre y, cuando este fue ministro, se convirtió en su colaborador más cercano. Luego, durante el gobierno de Latorre, fue ministro de Guerra.
Cuando en 1880 Latorre renunció, Santos aprovechó para aparecer como la alternativa posible. Mediante una jugada política muy inteligente logró ser elegido presidente para el período entre 1882 y 1886. Durante su gobierno se continuaron y profundizaron muchas de las medidas políticas del período anterior. Por otro lado, el perfil autoritario y personalista de Santos marcó una diferencia con el gobierno austero de Latorre. Durante su gestión hubo una serie de negocios oscuros que cuestionaron su reputación. Logró amasar una enorme fortuna que le permitió cumplir con sus gustos fastuosos. Quedan como testigos varios inmuebles que se hizo construir con los mejores materiales importados.
Los excesos del gobierno y la clara intención de Santos de perpetuarse en él hicieron que un grupo de políticos de todos los partidos iniciaran una revolución, rápidamente sofocada por Máximo Tajes en el paraje de Quebracho, en Paysandú. El descontento aumentó con el procedimiento por el que Santos volvió a ser elegido presidente en 1886.
En agosto de 1886, el presidente Santos fue víctima de un atentado que lo hirió gravemente en la cara, aunque no puso en riesgo su vida. Este acontecimiento aceleró su caída. Pocos meses después renunció a la presidencia y abandonó el país para instalarse en Buenos Aires, donde falleció en 1889. Santos fue sustituido por Máximo Tajes, quien abrió el proceso para el retorno de los civiles al gobierno.