Moreno pertenecía a una familia tradicional de la capital porteña. Estudió derecho en la Universidad de Chuquisaca (en la actual Bolivia). Allí pudo leer y traducir a los principales pensadores de la Ilustración: Locke, Montesquieu, Rousseau y Voltaire. También conocía y admiraba el proceso de independencia de los Estados Unidos. En su época de estudiante trató de conocer la situación de los indígenas y mestizos. Eso lo llevó a sentir la necesidad de promover cambios también para esos grupos y empezar a criticar el sistema colonial.

Al volver a Buenos Aires inició su carrera de abogado como responsable legal del Cabildo. Durante las invasiones inglesas redactó un periódico en el que criticaba la dominación inglesa. A pesar de estar en contra de la invasión, Moreno coincidía con los ingleses en que el comercio de América debía ser libre.

Durante la Semana de Mayo fue nombrado representante de los criollos en el Cabildo abierto. Los miembros de ese grupo redactaron un documento que negaba al virrey la facultad de controlar la asamblea y afirmaba que debían autogobernarse. El 25 de mayo los criollos formaron una junta gubernativa. Con eso se iniciaba la revolución de independencia en el Río de la Plata.

Moreno fue el autor de la proclama en la que la Junta anunciaba a los pueblos del virreinato y de todo el mundo su existencia e invitaba a todas las provincias a unírsele. Para que los planes de independencia de Moreno prosperaran era necesario que la revolución contara con el apoyo de todas las provincias. Con ese objetivo sugirió la necesidad de sumar a Artigas a la lucha de la Junta Gubernativa, ya que era el principal líder de la Banda Oriental.

El 4 de marzo de 1811 murió en alta mar, a bordo del barco inglés Fame, en condiciones no muy claras.