En 1910 se fundó el primer partido de izquierda del Uruguay, el Partido Socialista. En 1921, en un congreso del Partido Socialista la mayoría, liderada por Eugenio Gómez, decidió formar el Partido Comunista de Uruguay. La minoría encabezada por Emilio Frugoni continuó llamándose Partido Socialista.

Durante la primera mitad del siglo XX la participación electoral de estos partidos de izquierda fue muy escasa; en algunas elecciones lograron representación parlamentaria pero su accionar más importante se desarrolló en la vida sindical e intelectual.

La crisis económica y política de la década de 1960 sumada al proceso revolucionario de Cuba, provocó cambios radicales en los partidos de izquierda locales. Hubo una transformación ideológica que buscó generar ideas apropiadas a la realidad latinoamericana. En algunos de estos partidos se formaron grupos armados.

En 1971, ante la profundización de la crisis, algunos partidos de la izquierda uruguaya, el Partido Socialista, el Partido Comunista y el Partido Demócrata Cristiano, junto con grupos progresistas de los partidos tradicionales, fundaron el Frente Amplio. En las elecciones de ese año, la coalición logró el 18 % de los votos y quebró el bipartidismo tradicional.

Durante la dictadura militar de 1973 los principales dirigentes frenteamplistas debieron exiliarse en el exterior, fueron apresados o asesinados, como en el caso de Zelmar Michelini. El Frente Amplio continuó existiendo en la clandestinidad hasta la apertura democrática en 1985. En los últimos años del siglo XX el poder político de la coalición de izquierda creció; en 1989 el candidato a la intendencia de Montevideo, el Dr. Tabaré Vázquez, logró la primera victoria electoral de la izquierda, y en las elecciones del 2005 fue elegido presidente de la República.