Los países del bloque socialista 1945-1989 / Europa del este
Con el final de la Segunda Guerra Mundial se formó el bloque socialista. En aquellos países del este de Europa que habían sido liberados de la ocupación alemana por el ejército soviético, el Partido Comunista llegó al poder. Estos países establecieron fuertes vínculos con la Unión Soviética y conformaron el bloque socialista opuesto al bloque capitalista liderado por Estados Unidos. Gobiernos comunistas de otras partes del mundo, como Cuba y China, también se vincularon con el régimen soviético.
La expresión bloque político refiere a la alianza de dos o más países que suelen compartir la forma de organizar la economía y el tipo de gobierno. El bloque socialista tuvo como centro a la Unión Soviética y reunió a los países del este de Europa que habían sido liberados de la ocupación alemana por las fuerzas soviéticas. Pronto se establecieron allí gobiernos comunistas que mantuvieron estrechos vínculos de dependencia con la Unión Soviética.
Estos países fueron considerados aliados del régimen soviético: Albania, Checoslovaquia, Polonia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Polonia y Alemania Oriental. Aunque su sistema político se denominó democracia popular y los gobiernos eran elegidos por el pueblo en elecciones, solo se permitía la existencia del Partido Comunista. El gobierno controlaba los medios de comunicación y llevaba adelante fuertes campañas de propaganda para resaltar sus virtudes.
Como respuesta al fortalecimiento del bloque capitalista liderado por Estados Unidos, la Unión Soviética impulsó en 1955 el Pacto de Varsovia: un acuerdo militar firmado por los países del bloque socialista en el que se comprometían a defenderse unos a otros en caso de un ataque externo. El mundo volvía a estar organizado en alianzas militares.
Entre los países comunistas que no formaron parte del bloque soviético destaca el caso de Yugoslavia, cuya guerrilla había conseguido expulsar a los alemanes de su territorio sin la ayuda del ejército soviético. Esto le permitió llevar adelante un gobierno más independiente de las decisiones de Moscú que el de otros países aliados. De igual manera, las relaciones soviéticas con otras naciones comunistas cercanas al bloque, como Cuba y China, fueron difíciles y frágiles a lo largo de las décadas siguientes.