Los cowboys Siglo XIX / Estados Unidos
Durante la expansión de los Estados Unidos hacia el oeste fue necesario el esfuerzo de una gran cantidad de hombres para trabajar en las tierras recién ocupadas, donde comenzaban a crearse los primeros pueblos. Los nuevos territorios eran buenos para criar ganado. Allí se formaron grandes estancias que se llamaban ranchos. Los hombres que se encargaban de llevar el ganado de un rancho a otro fueron conocidos como cowboys, que significa vaqueros. Su forma de vida se convirtió en leyenda.
El trabajo de los cowboys era transportar miles de vacunos a lo largo de rutas de cientos de kilómetros. Este ganado era trasladado por diferentes motivos. Podía ser que se hubiese establecido un nuevo rancho y que su propietario hubiese comprado ganado a otros rancheros o que necesitara llevar los vacunos hasta una estación del ferrocarril para luego ser transportados hasta un puerto y de esa forma venderlos a otros países.
Completar una ruta podía tardar hasta seis meses. Durante ese tiempo, los cowboys pasaban prácticamente todo el día cabalgando junto al ganado e incluso dormían sin otro refugio que una fogata. El cowboy era un jinete experto, capaz de utilizar el lazo para capturar alguna vaca asustada y tenían la habilidad necesaria para domar un potro salvaje. La tarea de guiar el ganado a través del campo y el desierto era muy peligrosa. Los animales podían asustarse y comenzar a correr sin control, provocando grandes estampidas. Los cowboys corrían el riesgo de ser aplastados si no lograban frenarlos a tiempo. Pero ese no era el único peligro que debían enfrentar, pues muchas veces la ruta los obligaba a pasar por territorios habitados por tribus de indígenas. Estos habían sido desplazados de sus tierras desde la llegada del hombre blanco y en muchas regiones se producían violentos enfrentamientos entre ambos grupos.
Los vaqueros fueron muy populares en el siglo XIX, pero más tarde el cine los convirtió en héroes. En realidad eran hombres que realizaban un trabajo duro y peligroso, para el que debían estar preparados, saber andar a caballo con destreza y manejar armas de fuego. Su vida era muy diferente a la del resto de las personas. Si pensamos en el tiempo que pasaban durmiendo bajo las estrellas, podemos compararlos con los gauchos de nuestra tierra.