Lorenzo Latorre era hijo de un comerciante de origen español que se instaló en Uruguay en la década de 1830. Su madre era oriental. Desde muy joven comenzó a trabajar en un escritorio de abogados. Cuando aún no tenía 20 años cumplidos, se apartó de su familia por razones políticas y se incorporó a la revolución de Venancio Flores.

Después de su participación en el ejército florista se dedicó a la profesión militar. Hizo una carrera rápida, primero como alférez del batallón de infantería Florida. A los 21 años fue ascendido y tuvo una destacada actuación en la guerra del Paraguay, donde obtuvo el rango de coronel y fue herido en una pierna.

Entre 1870 y 1872 dirigió a fuerzas del gobierno en la lucha contra la revolución de Timoteo Aparicio. En 1875 tuvo un papel importante en el control del levantamiento de enero que terminó en la renuncia del presidente José Ellauri. Pedro Varela, el sustituto de Ellauri, nombró a Latorre ministro de Guerra. Desde esa función Latorre tuvo mucha influencia en el gobierno y ganó fama de hombre organizado y honesto.

Las crisis sucesivas de la política y la economía despertaron en las clases altas el deseo de que se instalara en el país un gobierno fuerte y encontraron en Latorre al hombre que podría ejercerlo. En marzo de 1876 un grupo grande de comerciantes y estancieros fueron a buscarlo a su casa. A partir de ese momento se desempeñó como gobernador provisorio. Tenía 31 años. Fue el comienzo del militarismo.

Estuvo a cargo de la presidencia como dictador hasta 1879, cuando fue elegido presidente constitucional. Un año después renunció al cargo por falta de apoyo del Parlamento y de las clases altas. Al irse afirmó: «Los orientales son ingobernables». Luego de abandonar la presidencia se instaló con su familia en Buenos Aires hasta su muerte en 1916.