El matrimonio Luisi tuvo ocho hijos; seis fueron mujeres. Los Luisi eran inmigrantes europeos en Uruguay y trajeron consigo una forma peculiar de ver la vida. Eran pedagogos y fundaron un instituto para difundir sus ideas, muy avanzadas para la época. Con ese espíritu de libertad y amplitud criaron a sus hijos e hijas. Las seis hijas estudiaron magisterio. Tres de ellas se destacaron particularmente del resto porque sentaron las bases de la lucha de las mujeres uruguayas por ganar un lugar mejor en la sociedad.

Además de sus estudios de magisterio, tres de las hijas de los Luisi: Paulina, Inés y Clotilde, siguieron otros estudios universitarios posteriores. En el Montevideo de 1900 eso fue casi un escándalo. Paulina fue la primera médica mujer que tuvo Uruguay y Clotilde la primera abogada. Antes de lograr completar sus estudios, estas jóvenes debieron enfrentar la burla y los prejuicios de la sociedad conservadora de comienzos del siglo XX.

Luisa se dedicó a la labor docente. Escribió varios libros sobre pedagogía e infancia, pero también sobre la situación de la mujer y la necesidad de que las mujeres accedieran a estudios superiores para garantizar su independencia.

Las hermanas Luisi fueron promotoras del feminismo uruguayo. Varias tuvieron actividad política directa, como Paulina, que fue parte del grupo que fundó el Partido Socialista del Uruguay en 1910, o Luisa, que era una radical defensora de la democracia y la justicia social, y creía en la necesidad del reparto de la tierra y la eliminación de las diferencias sociales.

La actividad de estas mujeres se extendió hasta mediados del siglo XX y representan a muchas otras que, sin ser famosas, también lucharon por sus derechos en los sindicatos, las instituciones educativas o, simplemente, desde sus casas.