José de San Martín nació en la actual Argentina, en 1778. Era criollo, hijo de padres españoles que trabajaban para la Corona. A los ocho años se fue a vivir a España con su familia.

Cuando Napoleón invadió España, San Martín peleó contra los franceses como soldado del rey y llegó a derrotarlos dirigiendo algunas batallas. En Inglaterra conoció a Fernando Miranda y a Simón Bolívar, que ya habían comenzado la lucha por la independencia de los territorios que luego serían Venezuela, Colombia y Ecuador.

En 1812 regresó a Buenos Aires y se puso a las órdenes de los rebeldes que luchaban por la independencia. A un año de su llegada ya estaba derrotando ejércitos españoles. Fue enviado a las provincias del norte del virreinato, cerca del Alto Perú, donde la resistencia monárquica era muy fuerte.

Mientras San Martín ganaba batallas en el virreinato del Río de la Plata, Napoleón era derrotado y Fernando VII, el rey español, retomaba nuevamente su poder y enviaba nuevos ejércitos a América para recuperar sus colonias. Muchos lugares volvieron a caer en manos de la Corona, menos el Río de la Plata, que aún resistía. En ese momento San Martín formó el Ejército de los Andes con la idea de cruzar las altas montañas y liberar Chile y Perú. En la batalla de Chacabuco venció a las tropas realistas; entró triunfante en Chile y dejó en el poder a Bernando O’Higgins.

En 1821 llegó a Perú atacando por tierra y por mar y logró rodear a la ciudad de Lima. Los españoles abandonaron el lugar y se declaró la independencia. San Martin fue nombrado Protector del Perú. Por el norte llegaba Simón Bolívar con su ejército. Ambos libertadores no pudieron ponerse de acuerdo y San Martín decidió dejarle el mando a Bolívar y regresar a Buenos Aires.

Su esposa había muerto mientras él luchaba en Chile. Se fue a vivir a Francia y ya no regresó. Murió en 1850.