Henry Ford 1863-1947 / Estados Unidos
Henry Ford fue uno de los empresarios más influyentes del siglo XX. Nació en Michigan, Estados Unidos, en 1863, en una familia campesina. Cursó la educación elemental y trabajó en la industria de Detroit, donde se desempeñó como técnico maquinista. Luego de la comercialización de los primeros automóviles alemanes, Ford se interesó por la industria automotriz, a la que revolucionó mediante un nuevo sistema de producción que logró que el automóvil dejara de ser un objeto de lujo.
Los padres de Henry Ford eran inmigrantes que habían llegado a los Estados Unidos desde Irlanda y vivían en una pequeña granja. Ford tenía diez años cuando vio una máquina de vapor que era utilizada para tareas agrícolas. Pronto aprendió a encender y manipular la máquina, mostrando un talento instintivo para la mecánica. A los 16 años se fue de su casa a la ciudad de Detroit, para trabajar como aprendiz de maquinista. Pronto se volvió un experto y consiguió mejores puestos, hasta que llegó a ser jefe de ingenieros de una importante compañía.
Ford construyó un pequeño taller en su casa y comenzó a trabajar por las noches. Intentaba crear un automóvil que funcionase con un motor a gasolina. Luego de un par de fracasos empresariales, en 1903 fundó su propia empresa: la Ford Motor Company, con la que creó el Ford modelo T, un automóvil sencillo de conducir, económico y fácil de reparar. El modelo T fue un éxito. Se fabricó durante casi 20 años y se vendieron aproximadamente 15 millones de unidades. Eso alteró para siempre los hábitos de vida de los estadounidenses, así como el transporte y el aspecto de las ciudades. Y Henry Ford se convirtió así en uno de los hombres más ricos del mundo.
El secreto del éxito de la Ford Motor Company fue su innovador sistema de producción. Fue la primera gran empresa que usó una cinta transportadora, en la que se iban armando y agregando las diferentes partes del auto. Esto hacía que la fabricación fuera muy eficiente: un Ford T completo podía construirse en una hora y media.
La compañía siguió creciendo y produciendo nuevos modelos de automóviles. Tras la muerte de Henry Ford en 1947, a los 84 años de edad, la empresa quedó en manos de sus descendientes y continúa siendo hasta el presente una de las más importantes de la industria automotriz.