Estanislao López nació en Santa Fe en 1786. A los 15 años marchó a luchar contra los indios del Chaco siguiendo las órdenes de su padre. En 1811 participó de las luchas de independencia en Corrientes y Paraguay. Fue capturado y conducido prisionero a un buque frente a Montevideo pero se escapó nadando y se incorporó al ejército que sitiaba a esta ciudad. Más tarde regresó a Santa Fe y, aunque peleó contra los caudillos federales de Entre Ríos y fue tomado prisionero, cuando conoció a Artigas se unió al bando federal, en el que siguió luchando y fue adquiriendo cada vez más prestigio.

En 1818 asumió como gobernador de la provincia de Santa Fe, que formaba parte de la Liga Federal desde 1814. Como gobernador de una provincia integrante de la Liga Federal, López era un subordinado de Artigas. En 1820 este le ordenó atacar Buenos Aires y envió en su ayuda al caudillo Francisco Ramírez, de Entre Ríos. Ese ejército federal obtuvo una gran victoria en febrero de 1820 al derrotar a las fuerzas porteñas en la batalla de Cepeda. Cayó el gobierno en la capital porteña y la provincia de Buenos Aires reconoció su igualdad con las demás. Se instaló un gobierno provisorio que se vio forzado a firmar un acuerdo con los caudillos federales, el Tratado del Pilar, entre Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos. Pero la derrota de Artigas en la batalla de Tacuarembó condicionó el texto del tratado y dejó aislado al caudillo oriental, disolviendo la Liga Federal.

Con el Tratado del Pilar se estableció una breve paz entre los federales y Buenos Aires. Estanislao López regresó a su provincia, a la que gobernó hasta su muerte, en 1838. Durante esos años debió enfrentar varias batallas y levantamientos.