Entre 1990 y 2004 se realizaron cambios económicos importantes siguiendo las ideas neoliberales. Se destacan entre estos cambios la apertura comercial del país, la reducción de los impuestos a las importaciones y la firma del Tratado de Asunción, que dio origen al Mercosur. Asimismo, se buscó reformar el Estado disminuyendo su participación económica mediante la privatización de empresas públicas, se aumentó la flexibilización laboral y se redujo el déficit fiscal con el objetivo de insertarse en la economía mundial. Durante un lapso de ocho años, casi todas estas medidas se aplicaron lentamente, debido a la oposición ejercida por el Frente Amplio y a la resistencia que provocó en parte de la sociedad la idea de privatizar las empresas públicas. En ese período, para resolver sobre las propuestas del gobierno de privatización de entes estatales, la oposición llevó el tema a las urnas. La población votó negativamente y la Ley de Empresas Públicas resultó derogada parcialmente, por lo que algunos de sus artículos si fueron aprobados y fue posible la privatización de algunas empresas públicas.

Los índices económicos durante los primeros años de la década de 1990 fueron favorables. Uruguay crecía y se convertía en un país de servicios en la región. Pero la disminución del control del Estado en la economía redujo la protección estatal a las clases sociales más pobres. El crecimiento económico logrado en esos años se concentró en los grupos de poder económico más alto. Durante esa década existió una forma de distribución de la riqueza muy desigual. Además, la flexibilización laboral y la mecanización de la mano de obra provocaron el aumento del desempleo y la reducción del salario. En 1990 el 23,2 % de la población se encontraba en situación de pobreza y en el 2000 se llegó al 25,2 %. Los trabajadores fueron el grupo social más afectado. El endeudamiento y la migración económica caracterizaron a este período.