El mestizaje requería grandes inversiones, tanto para la compra de animales para la cría y el procreo como para asegurar el máximo rendimiento con la aplicación de tecnologías nuevas de cuidado. La principal innovación técnica fue el alambrado. Con ello no solo se aseguraba la propiedad, sino que también se podía controlar la mezcla de animales. De esa manera, los estancieros podían producir mejoras en sus rodeos vacunos por la cruza controlada.

No todos los estancieros uruguayos estaban dispuestos a hacer esas inversiones. Esta transformación fue liderada por los estancieros más progresistas en materia económica. Estos se agremiaban en la Asociación Rural. En 1883 la Asociación Rural realizó la primera exposición ganadera, con el objetivo de mostrar los avances y promoverlos. A partir de 1887, la Asociación comenzó a llevar registros genealógicos de los animales. Las razas más comunes fueron Hereford, Aberdeen Angus y Charolais, de alto rendimiento en carne.

Había una gran demanda de alimentos desde Europa. Para que la exportación de carne de calidad fuera posible se produjeron varios cambios en la tecnología de la conservación de alimentos que permitieron su traslado a largas distancias. Se instaló la fábrica Liebig de extracto de carne y más tarde se desarrollaron la conserva enlatada y las técnicas de enfriado y congelado de alimentos que dieron lugar al desarrollo de la industria frigorífica.

Para el desarrollo de estas actividades productivas e industriales fue fundamental el avance de los transportes. Con la invención de los barcos a vapor, el viaje del Río de la Plata a Europa se hizo mucho más rápido. La travesía insumía alrededor de un mes. A mitad de la década de 1870 llegó a Montevideo el barco francés Le Frigidaire, el primero con cámaras de frío.