El mayo francés 1968 / Francia
La expresión mayo francés refiere a las multitudinarias protestas de estudiantes y trabajadores realizadas en Francia durante los meses de mayo y junio de 1968. Los estudiantes universitarios manifestaron su oposición al sistema capitalista y los obreros reclamaron también mejores condiciones de vida para la clase trabajadora. El resultado de las protestas fue la mayor revuelta estudiantil de la historia y una huelga general acatada por más de nueve millones de trabajadores.
Las protestas estudiantiles que dieron comienzo al mayo francés surgieron como una manifestación espontánea y masiva ante un escenario económico y político convulsionado tanto dentro como fuera de Francia. Los franceses habían vivido una década de prosperidad que no se había convertido en igualdad de oportunidades: el desempleo crecía y cada vez había más pobres en las afueras de las ciudades. En el ámbito internacional, se comenzó a hacer evidente la desigualdad en el mundo; fue también la época de la guerra de Vietnam y del enfrentamiento entre el bloque capitalista y el comunista, que hacía crecer el temor a una posible guerra nuclear.
En las primeras semanas de mayo, la protesta fue llevada adelante por los estudiantes, que se enfrentaron a la violenta represión policial. Se ocuparon fábricas, edificios públicos y universidades. Se cuestionó a las instituciones y se organizaron comités de acción. Las calles de París se llenaron de barricadas mientras en los muros aparecían leyendas como “Cambiar la vida. Transformar la sociedad”, “La imaginación al poder” y “Sean realistas, pidan lo imposible”, que resumían las consignas de la juventud francesa.
El 13 de mayo entraron en acción los obreros, que en pocos días convocaron a una serie de huelgas que paralizaron el país. Ante la crisis que se generó, el 27 de mayo el presidente Charles De Gaulle negoció con los sindicatos para detener las huelgas y les ofreció aumentos salariales, reducciones de la jornada laboral y otros beneficios. La mayoría de los sindicatos rechazó la oferta. La presión hacia el gobierno de De Gaulle hizo que este tuviera que convocar a elecciones anticipadas, en las cuales su partido triunfó con casi el 60% de los votos. A pesar de esto, De Gaulle abandonaría el poder un año después.