Jorge Batlle comenzó su mandato con buenas expectativas debido al apoyo y participación del Partido Nacional en el gobierno. El día de su nombramiento prometió investigar las denuncias por violaciones de los derechos humanos durante la dictadura y buscar a los detenidos desaparecidos. Prometió luchar contra el contrabando y la corrupción y un diálogo abierto con todos los partidos políticos.

La formación de la Comisión para la Paz marcó una importante diferencia con los gobiernos anteriores. Esta comisión se formó con representantes de distintas opciones políticas y religiosas, tuvo por objetivo buscar información para dar respuesta a los reclamos de los familiares de las víctimas de la dictadura e intentó quebrar el silencio militar sobre las violaciones a los derechos humanos. Aunque la información que se logró fue muy poca, tuvo el mérito de abrir la discusión y el conocimiento de los hechos a la opinión pública.

La situación económica del período fue muy difícil. El deterioro del modelo económico neoliberal, sumado a las crisis de los principales socios comerciales (Argentina y Brasil) y la llegada de la aftosa (enfermedad que afectó al ganado y provocó un gran descenso en las exportaciones de carne) sumergieron al país en una de las crisis más graves de la historia.

Las consecuencias sociales fueron duras, el desempleo y el endeudamiento arrastraron a la pobreza a muchos uruguayos y la emigración se disparó. El sistema político apoyó al gobierno en la búsqueda de soluciones y en el fortalecimiento del sistema democrático.