El arte pop es un movimiento artístico que surgió en Inglaterra a mediados de la década de 1950 y se extendió a los Estados Unidos en los años siguientes. En su origen, el concepto fue el resultado de un debate entre académicos ingleses interesados en la cultura popular estadounidense de posguerra. Lawrence Alloway fue el primero en utilizar el término para referirse al arte popular creado por la publicidad (en revistas, afiches y grandes anuncios) y el diseño industrial (sobre todo, los envases de los productos). El arte pop nació como la manifestación estética de la sociedad de consumo.

Esta corriente artística surgió como una reacción a otras corrientes contemporáneas de carácter más intelectual y académico. Tomó algunos de los principios de las vanguardias históricas aunque los adaptó; también utilizó algunas de sus técnicas, como el collage y el fotomontaje. Los artistas pop utilizan en sus obras las imágenes y los temas de la cultura popular difundidos a través de los medios masivos de comunicación: el cine, la televisión, las revistas de historietas.

En un mundo en que todo se produce en serie (ropa, comida, muebles, automóviles…), los artistas pop hacen que su arte refleje con ironía los principales íconos de la sociedad de consumo. La pintura de una lata de sopa, el dibujo de un superhéroe, el retrato de una actriz, todo es arte, no porque sea único, sino precisamente porque su producción masiva hace que cualquiera pueda reconocerlo de inmediato. Richard Hamilton, uno de los principales representantes de la corriente, expresó que deseaba que el arte fuera “efímero, popular, barato, producido en serie, joven, ingenioso”. Otro de los artistas pop más conocidos, Andy Warhol, declaró: “La razón por la que pinto de este modo es porque quiero ser una máquina”.