Vargas era un político gaúcho que adquirió prestigio como gobernador del estado de Rio Grande do Sul. Entre 1930 y 1934 fue designado presidente provisional por la junta militar que puso fin a la República Velha. De 1934 a 1937 fue presidente constitucional, pero en 1937 dio un golpe de Estado, disolvió el Parlamento y estableció una dictadura hasta 1945. En ese período se redactó una Constitución que le daba amplios poderes al presidente. Fue la etapa del llamado Estado Novo. Volvió a ser electo presidente en 1950. Gobernó hasta 1954, cuando se suicidó en respuesta a un golpe de Estado en su contra.

El modelo desarrollado en el Estado Novo se centraba en la ampliación de la intervención del Estado en materia económica y social. Como ocurrió en otras partes de América Latina, la reacción ante los efectos de la crisis económica fue el impulso para la intervención. A la vez, las condiciones internacionales favorecieron el desarrollo de la industria local.

Las medidas promovidas por el varguismo incluyeron reformas en la legislación laboral, la ampliación de la enseñanza pública y la nacionalización de áreas estratégicas de la economía, en especial la extracción y refinación del petróleo y otros minerales.

Al comienzo de su carrera, Vargas simpatizaba con los regímenes fascistas, pero, a partir del comienzo de la década de 1940 desarrolló una política de acercamiento con Estados Unidos, que se concretó en una alianza en 1941. Estados Unidos se comprometió a financiar la construcción de una gran industria siderúrgica a cambio del permiso para construir una base militar en territorio brasilero. Producto de la alianza, Brasil declaró la guerra a las potencias del Eje y fue el único país de América Latina que envió tropas a Europa durante la Segunda Guerra Mundial.