Al comenzar el siglo XX, Argentina estaba gobernada por los grupos conservadores que afirmaron el modelo agroexportador a fines del siglo anterior. El predominio conservador se rompió en 1916 con el triunfo de Hipólito Yrigoyen, líder de la Unión Cívica Radical. Los radicales gobernaron hasta 1930. Durante ese período llevaron adelante una serie de reformas laborales y sociales.

Con los efectos de la crisis económica mundial, la inestabilidad política volvió y entre 1930 y 1943 se desarrolló la década infame, una sucesión de gobiernos dictatoriales muy conservadores y represivos. Esa etapa terminó con un nuevo golpe, esta vez a cargo de jóvenes oficiales del Ejército.

El secretario de Trabajo de ese gobierno, Juan Domingo Perón, adquirió mucha relevancia. En 1946 fue electo presidente y dio inicio a un período dominado por su figura y la de su esposa Eva Duarte de Perón. Desde el gobierno fundó el Partido Justicialista, conocido como peronista. El gobierno de Perón sufrió un duro golpe con la muerte de Evita y la crisis económica que se inició a mediados de los años 50.

En 1955 una revolución destituyó a Perón y dio inicio a una nueva etapa de inestabilidad. En 1962 un nuevo golpe de Estado derrocó al gobierno electo cuatro años antes y en 1966 otro golpe instaló una nueva dictadura militar fuertemente represiva, que duró hasta 1973. El gobierno que la sucedió no pudo sostenerse y en 1976 otro golpe dio inicio a la última dictadura del siglo XX, más dura y represiva que todas las anteriores.

La dictadura se debilitó con la derrota en la guerra de las Malvinas. En 1983 hubo elecciones que dieron el triunfo al radicalismo y Raúl Alfonsín asumió la presidencia. A partir de allí comenzó una etapa de consolidación del sistema democrático que dura hasta el presente.